Gorkula

Aunque pueda parecer extraño, a veces me apetece comer algo que no sea pizza.

Pregunté a un amigo y me recomendó el Meatball Grinder (bocadillo de albóndigas) de Pizza Matta, una pizzería del barrio.

La camarera me dijo que el bocadillo tardaría 15 minutos en estar listo. Para la espera me pedí una porción de pizza de pepperoni de las que tenían ya preparadas en el mostrador.

La camarera, asombrada, me dijo: Oh, that's genius!

Ya sé que esto no iba de pizzas hoy. Qué le vamos a hacer.

La pizza me duró dos minutos. Hubiera pedido más de no ser porque me temía que el bocadillo iba a ser gigante.

Al rato llegó.

El bocadillo es tamaño brazo. Este es el plato más grande que tenemos en casa, y que suelo usar para darle la vuelta a la tortilla de patata. El bocadillo rozaba los extremos, amenazando con salirse.

Dentro del bocadillo había cuatro albóndigas del tamaño de la cabeza de un niño. Bien bañadas en salsa de tomate y envueltas en queso. El papel se quedó pegado y acabé haciendo un desastre. Tuve que comerme el bocadillo con cubiertos.

Por $15 me metí entre pecho y espalda un bocadillo de albóndigas de ternera y cerdo, bañadas en tomate San Marzano, con mozzarella fundida y pan casero.

Tengo como asignatura pendiente el poder comerme un bocadillo americano sin montar un espectáculo. Si lo conseguí con los kebab puedo conseguirlo aquí también.

Ayer fue festivo y coincidió que también estaba solo en casa. Aproveché para hacer algo que me gusta mucho y mi mujer aborrece: ir a Barnes & Noble y a The Cheesecake Factory.

Ahora voy a hablar de la primera parte y de cómo acabé gastándome un dineral en libros.

Desde hace un par de años que casi todo lo que leo es de la biblioteca pública. La web dice que en algo menos de dos años he sacado más de 200 libros y películas. Hay un pequeño porcentaje de libros que fueron para mi mujer o que los empecé pero no terminé.

De vez en cuando también compro libros en Amazon. En España no lo hacía porque no había tanta diferencia en los precios, pero aquí no hay tantas leyes y puedes encontrar libros por menos de la mitad de lo que cuestan en una librería. No me gusta comprar en Amazon por diversos motivos, siendo los principales la competencia desleal y el mal trato a sus trabajadores.

Desconozco que tipo de empresa es Barnes & Noble. Al menos no es Amazon. Pero tampoco es la librería de barrio que me gustaría que fuese.

Los precios de B&N son los que marca el libro. A veces tienen alguna oferta, pero no suelen tener grandes descuentos porque sí como en Amazon. Me gusta la manera en que tienen ordenados los libros. Y me gusta que haya libros apilados en mesas y estanterías. Me gusta que es suficientemente grande como para poder tirarte en el suelo con una pila de libros a decidir qué te vas a comprar sin que nadie te mire raro. Es más, posiblemente no seas el único haciéndolo.

Me recuerda a la FNAC de antaño, cuando los libros ocupaban más espacio en la tienda y los modernos llevaban orgullosos su tote bag con el logo en grande. Es el hipster meets corporate.

Al final gasté $102, mucho más de lo que tenía pensado. Pero qué narices, ahora tengo trabajo y puedo permitírmelo de vez en cuando.

The Hunger (Alma Katsu)

Lo saqué de una búsqueda rápida en internet. Probé varias combinaciones: mejores libros de terror, libros más perturbadores, ... Soy consciente de que muchas de las listas de internet son patrocinadas o esconden algún tipo de interés. Este libro apareció en varias listas y después de leer la sinopsis decidí hacerme con un ejemplar.

Meddling Kids (Edgar Cantero)

Fue una compra impulsiva. Estaba en una mesita expositora y caí.

Pizza Girl (Jean Kyoung Frazier)

El primer libro que agarré. Entré a la tienda sabiendo que iba a comprar algo pero no tenía ni idea de el qué. La portada y el título me gustaron. No tengo ni idea de qué tal será. Con algo de suerte lo leo pronto y dejo un comentario por aquí.

101 Horror books to read before you're murdered (Sadie Hartmann)

Lo vi por primera vez hace unos meses en una librería en el aeropuerto. Dije que algún día lo compraría. En aquel entonces no tenía trabajo y gastarme casi $25 en un libro así era difícil de justificar.

Ghost world (Daniel Clowes)

Es el cómic que estaba leyendo mientras me despidieron de mi anterior trabajo hace ya casi dos años. Acababa de ver la película y me gustó tanto que pedí el cómic a la biblioteca pública. Desde entonces lo he leído un par de veces más y sabía que tarde o temprano iba a acabar comprándolo. Seguramente compre la película el mes que viene, si Criterion hace su rebaja del 50%.

Una rata muerta en medio de la carretera.